lunes, 13 de junio de 2016

LOS MEJORES  CULTIVOS DEL CAÑAR


del suelo que sirve para cultivar y producir trigo, cebada, papa, mellocos, ocas, maíz, arveja, habas y otros productos agrícolas de la Provincia del Cañar, está destinado a la ganadería, pero de esta cifra, el 80% a una ganadería poco tecnificada y rentable, afirma Galo Padrón, técnico del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).
Las grandes extensiones de tierra apta para el cultivo en los cantones de: Azogues, Déleg, Biblián, Cañar, El Tambo, Suscal, que en décadas atrás se cultivaba productos de primera necesidad, para abastecer los mercados de la región, hoy están dedicados a pastos para la ganadería y producción de leche, porque es una actividad que demanda menos mano de obra y genera mayor utilidad.
Hoy las familias cultivan pequeñas áreas de terreno, para el sustento familiar y no para cubrir las necesidades del mercado, no hay una agricultura de gran escala, por eso, llegan al medio productos del norte del país, en algunos casos producto de Perú. Hoy Cañar no es granero del Austro, es una actividad que brinda seguridad alimentaria en las comunidades, pero no genera ingresos económicos a la familia.
La tendencia de los campesinos es ir a la ganadería, por que no hay mano de obra para sembrar el suelo, como efecto de la alta migración nacional e internacional, eso significa que la mano de obra económicamente activa no existe; además, los altos costos que significa producir, por ejemplo, una hectárea de papa que llega a los 5.000 dólares. En toda la jurisdicción provincial, se dedica unas 1.000 hectáreas a sembrar papa, el resto son potreros.
Francisco Zamora, agricultor de El Tambo, testifica que en las comunidades donde antes prevalecía el cultivo de trigo, papas, cebada, maíz y otros alimentos, que incluso era el sustento para celebrar la Fiesta del Intiraymi en Ingapirca y poblaciones andinas, para agradecer al Dios Inti por la cosecha abundante, hoy esos suelos están abandonados, simplemente porque no hay quien trabaje, los altos costos y falta de incentivo de los organismos estatales.
Los niños y jóvenes, como tienen a sus padres en el exterior no se interesan en labrar el suelo, se dedican a estudiar o vivir la vida fácil. Los ancianos, por sus condiciones físicas, no soportan el trabajo duro del campo, es más, se debe invertir para luchar contra las plagas, el clima y otros elementos adversos. Hoy la agricultura no es rentable, mientras que la ganadería ofrece mayores beneficios.
La población económicamente activa que se dedica a la agricultura supera los 40 años de edad, es más el 80% son mujeres, que ejecutan las dos actividades. En estas condiciones, hablar de agricultura en gran escala, es difícil porque no hay recurso humano y tampoco, fondos financieros para afrontar los altos costos de producción en el campo.
ALTERNATIVAS
Las instituciones deben buscar alternativas técnicas, para producir el campo con menos mano de obra y mayor rentabilidad, tarea que corresponde llevar adelante a los gobiernos seccionales y entidades como el Ministerio de Agricultura.
La ganadería tiene una auge, pero el 80% de los ganaderos no invierten en tecnificación y mejoramiento de pastos, igual sucede con la especie ganadera, que tampo es la mejor para producir leche y carne.
Hay vocación agrícola, lo que falta es incentivo y una politica agropecuaria de las entidades estatales. Esta bien programas de apoyo a las organizaciones con semillas y otros elementos, que mejoran la productividad pero no se termina con la cadena productiva como es la comercialización.
Los cultivos afectados, principalmente por vientos huracanados, cuyos propietarios accedieron a dicho beneficio son de Chontamarca, Ducur, Chorocopte y Gualleturo, del cantón Cañar, y San Miguel de Porotos, del cantón Azogues.
Este proyecto se ejecuta desde el año 2010 y cubre algunos cultivos a través de una póliza, así, en la Costa, los productos que pueden ser asegurados son: caña de azúcar, cacao, café, plátano, banano, arroz, soya y maíz duro; en la Sierra: papa, trigo, quinua, cebada, haba, fréjol, tomate de árbol y maíz suave.
Subsidio
Este proyecto beneficia con un subsidio del 60% del valor de la póliza, y el productor cubre el 40%. De esta manera, en caso de que se presente un siniestro, el productor debe hacer efectivo el valor de esa póliza y cobrar el valor asegurado del cultivo, el cual depende del estado del cultivo. Si es en la etapa de implementación, de inicio, la aseguradora cubre toda la inversión hecha hasta ese momento.
Interesados deben hacer una solicitud dirigida al MAGAP y entregarla en cualquiera de sus unidades de Asistencia Técnica. El requisito es contar con mínimo media hectárea de terreno con cualquiera de los cultivos antes mencionados, y si se cuenta con menos, la opción es de asegurarse de manera asociada. (DCC)-(I)
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